Los rodillos de apoyo son unidades de rodadura de una o de dos hileras, que se montan en ejes. Se componen de anillos exteriores de pared gruesa con superficie envolvente abombada y coronas de agujas, o bien conjuntos de rodillos cilíndricos o de agujas sin jaula.
Los rodillos de apoyo absorben elevadas cargas radiales, así como las cargas axiales que resulten de errores de alineación o marcha oblicua, y son adecuados, por ejemplo, para accionamientos por levas, elementos de guiado, instalaciones de transporte, etc.
Estos rodamientos están disponibles sin y con anillo interior, así como obturados y sin obturaciones.
Los rodillos de levas, iguales en su construcción a los rodillos de apoyo de una y de dos hileras, tienen como pista de rodadura un bulón macizo con una rosca de fijación y agujeros de lubricación.
Gracias al anillo exterior de pared gruesa con superficie envolvente perfilada y al conjunto de elementos rodantes, soportan elevadas cargas radiales, así como las cargas axiales debidas a errores de alineación y marcha oblicua, y son adecuados, por ejemplo, para accionamientos por levas, elementos de guiado e instalaciones de transporte.
Los rodillos-guía son rodamientos a bolas auto retenidos, de una o dos hileras, con anillos exteriores de pared muy gruesa. Además de elevadas fuerzas radiales, estos rodillos-guía absorben fuerzas axiales en ambos sentidos.
La superficie envolvente de los anillos exteriores puede ser abombada o cilíndrica. Preferentemente, se utilizan ejecuciones con superficie envolvente abombada cuando se producen desviaciones respecto a la contrapista de rodadura y se deben evitar tensiones en los cantos.
Los rodillos-guía están disponibles con anillo interior, con pernos y con cubierta de poliamida en el anillo exterior.